En esta ocasión no voy a sugerir la lectura de ninguna investigación histórica, ni siquiera de una novela sobre esa Edad Media que tanto me apasiona. Aún así, uno de los libros que recomendaré encarecidamente en el día de hoy se ambienta en los tiempos de la Primera Guerra Mundial. Se trata de la novela (¿para niños? ¿para adultos? ¿para todos?) Quedaos en la trinchera y luego corred [Barcelona, Nube de Tinta, 2013]. Un libro de John Boyne, el aclamado autor de El niño con el pijama de rayas. Al igual que sucedía con esa otra obra, estamos ante una narración tierna y conmovedora. Una historia que se sitúa en un escenario marcado por la guerra, el dolor y el deseo por construir un mundo mejor y en paz. Todo ello visto nuevamente desde la mirada inocente –pero no por ello ilusa o fantasiosa– de un niño. Podría parecernos a priori que este libro no supone más que una reescritura de la obra anterior que tanta fama dio al autor. Sin embargo, creo que desde el principio veremos que estamos ante una obra totalmente nueva, con una historia tan bella y dura al mismo tiempo que será recordada sin necesidad de establecer comparaciones. La historia de Alfie nos acerca de forma brillante al dolor que causan las guerras más allá del número de muertos que producen. En este libro veremos a personas y familias destruidas por las sospechas, el dolor, la falta de información. También veremos la lucha por sobrevivir en el día a día, las solidaridades, la incomprensión hacia los demás, lo difícil que resulta mantener los valores propios o el importante papel desempeñado por las mujeres al tener que mantener a sus familias incorporándose de lleno en un mundo laboral extremadamente duro e ingrato.
La otra obra que ha entrado a formar parte de mi biblioteca de gratas lecturas y que recomiendo con sumo gusto es otra novela del mismo autor, también protagonizada por un niño: El increíble caso de Barnaby Brocket [Barcelona, Debolsillo, 2013]. Si en un principio la historia puede parecer absurda, pues se trata de un chico que ha nacido en el seno de una familia “normal” pero que, sin embargo, él tiene la rareza de no poder evitar flotar en el aire, la obra se llena poco a poco de aventuras que se caracterizan por llevarnos a una profunda reflexión sobre lo que de verdad significa ser normal y el dolor que pueden provocar aquellos que, creyéndose normales, son incapaces de aceptar a aquellos otros que escapan a esa normalidad. La obra, narrada a partir de la experiencia de un niño de ocho años, nos permite acompañar al protagonista en su proceso de aceptación y toma de conciencia de lo que supone ser diferente. El autor logra ofrecernos no solo una lectura placentera sino una narración de aventuras hermosas y llenas de sentimientos, de historietas que nos hablan de solidaridad y reciprocidad, de incertezas y del deseo de regresar al hogar… aunque conviene no olvidar que la obra se sustenta sobre la incomprensión y el rechazo. Animándoos a su lectura, nos quedamos con una de las varias frases que John Boyne pone en boca de sus personajes incitando a la reflexión: “Lo que importa es que, solo porque tu versión de lo que es normal no coincida con la versión de otra persona, no significa que te pase algo malo” (p. 85).
Os deseo buena lectura a todas y todos, a niños y adultos, a la gente que se cree normal y a los que se creen especiales… Disfruten de estas novelas de John Boyne y descubran que las historias sencillas pueden llegar a convertirse en historias profundas e inolvidables.
La otra obra que ha entrado a formar parte de mi biblioteca de gratas lecturas y que recomiendo con sumo gusto es otra novela del mismo autor, también protagonizada por un niño: El increíble caso de Barnaby Brocket [Barcelona, Debolsillo, 2013]. Si en un principio la historia puede parecer absurda, pues se trata de un chico que ha nacido en el seno de una familia “normal” pero que, sin embargo, él tiene la rareza de no poder evitar flotar en el aire, la obra se llena poco a poco de aventuras que se caracterizan por llevarnos a una profunda reflexión sobre lo que de verdad significa ser normal y el dolor que pueden provocar aquellos que, creyéndose normales, son incapaces de aceptar a aquellos otros que escapan a esa normalidad. La obra, narrada a partir de la experiencia de un niño de ocho años, nos permite acompañar al protagonista en su proceso de aceptación y toma de conciencia de lo que supone ser diferente. El autor logra ofrecernos no solo una lectura placentera sino una narración de aventuras hermosas y llenas de sentimientos, de historietas que nos hablan de solidaridad y reciprocidad, de incertezas y del deseo de regresar al hogar… aunque conviene no olvidar que la obra se sustenta sobre la incomprensión y el rechazo. Animándoos a su lectura, nos quedamos con una de las varias frases que John Boyne pone en boca de sus personajes incitando a la reflexión: “Lo que importa es que, solo porque tu versión de lo que es normal no coincida con la versión de otra persona, no significa que te pase algo malo” (p. 85).
Os deseo buena lectura a todas y todos, a niños y adultos, a la gente que se cree normal y a los que se creen especiales… Disfruten de estas novelas de John Boyne y descubran que las historias sencillas pueden llegar a convertirse en historias profundas e inolvidables.